1.- bolsa papel

Aún no entiendo cómo le hace, pero Wyda lo esperaba...

Poco antes del amancer llegó un tipo flaco, con lentes que resbalan y unas largas mechas rojas. Las pecas se agarran de su nariz, pómulos y el revés de las orejas. Maneja un compacto avellana con puertas que simulan ser roble y escucha en la radio las frecuencias fantasmas que hay entre estaciones.


Con cuidado coloca en la mesa una bolsa de papel donde lleva -sin que nadie se percate- el pueblo donde nació. Los mineros, ministros, campesinos, el globero y la corte de señoras risas. Lleva también el árbol donde solía colgarse, las piedras azules que desnudo abrazaba, las ranas, la plaza y las promesas de volver.

Wyda le escucha y en tanto un olor a muffin horneado se escapa de la bolsa. Es el señor panadero y su familia que son los primeros en despertar. Poco luego el Señor del banco, la mujer del labial celeste y los chicos que asisten al coro. Wyda se asoma por un hoyito, sonríe, contiene su respiración y recuerda. El pueblo de Wyda era de marineros y aunque era nuevo olia a óxido, hielo y peces.

"...me fui a la cama pensando en ello y al despertar ahí estaba, junto a mis tenis: el pueblo donde crecí. Deseaba tanto poder volver, tirarme de nuevo al pasto, escuchar las campanas y... Pero no así, no de ese modo. Le ignoré, me metí al baño pensando que el agua sería suficiente, no lo fué, como tampoco lo fué al regresar del trabajo o al despertar el día siguiente. Ellos no me ven, no me saben, ni saben que por mas de un mes estuvieron bajo la cama y que sus horas de sol eran de una lámpara en barata."

Hay gente que hace de su casa un museo, guardan tickets de compra, fotografías, recados, envolturas y sin darse cuenta almacenan recuerdos que no dan lugar a la vida, pero esto es el colmo!

"Ellos continuan su vida como si yo no existiera. Nadie parece verme, nadie parece siquiera acordarse de mi. He seguido el otro día a papá hasta la casa, deseaba que volteara, que girara su cabeza a lo alto y me saludara. Ya se pone viejo... -Vodka se estira, mueve la cola, lame los dedos de Wyda y vuelve a acurrucarse- ...También la he visto a ella... a veces queda por las noches en la ventana y de vaho dibuja un corazón, me gusta pensar me piensa, me gusta pensar que no me olvida, nah..."


De la bolsa se escucha un silbato de un tren...
"No quiero señor Wyda, no quiero cargar con ello. No quiero ser responsable de las horas de sol, de lluvia y poner la luna cada noche. No quiero ver las vidas de los otros suceder y no ser parte. No quiero ser tan ajeno, tan extraño y tan responsable. Yo no soy Dios!"

Wyda sonríe: "¿...por qué no?"

2 rants...!:

Anónimo dijo...

No imaginas la cantidad
de momentos que gano pensando en ti,
un sillón con pocos resortes y deslavado...
Has dibujado nubes en mis días
con olor a tierra mojada...
es momento de retirarse,
aunque hubiese sido bueno
saber... desde donde te ojeo…
sonaba agradable la palabra
distancia… algunas personas le
llaman imposible!
Mientras yo… solo imagino!

Anónimo dijo...

Lo olvidaba… mis miedos
Ahora son amargos…!

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