Los he visto, juntan cupones para comprar en Wall-Mart, toman CocaCola y se desvelan mirando peliculas bobas. Escogen donde vivir cuando piden ser humanos y es, creeme, normal toparse con ellos. Siempre quedan cerca de aquellos que chiflan o tararean canciones bossa, los traviesos, los de carcajadas que seguido estallan. Es comun encontrar angeles atiborrados en los parques o en escuelas, casa de algun chelista, o cerca tal vez de la senora que enciende su radio-salsa y baila al lavar su ropa. Algunos son violinistas, otros sastres, unos taxistas y otros hacen magia con monedas que a los ninos dan.
Es justo en un parque que conozco a uno de ellos. Avtar, un angel Indu con poco tiempo siendo humano, consigue con dificultad pasar de largo entre la gente. Es por ello, por mi burla a su torpe andar y a sus mal disfrazadas alas que termina siendo amigo.
Los puntos que en el siguiente post escribo son pistas para saber si es que tropiezas con ellos. Es el resultado de encuentros e intercambios de secretos entre el viejo del turbante y yo. Hay quien pueda suponer que mas alla de confesiones se trate solo de mi abultada imaginacion... No me interesa defender mis letras.
2 rants...!:
De ángeles huerfanos de guarda está lleno este mundo escéptico e hipócrita... yo perdí el mío en una trifulca del mercado de la ciudadela de Trípoli... seguro ahora es taxista... que como sabes, es la profesión predilecta de estos maestros de la magia anónima.
Maestros de la magia anonima... Me gusta, me gustan tus palabras.
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