Vlauye.

No fue sencillo darle nombre, quisieron llamarlo Moises que segun la Biblia aparecio de modo similar, otras dijeron David, como el pequeno derrotando a Goliat. Y cada vez que se proponia uno nuevo, el nino de la Vaina parecia balbucear inquieto. Era una decision importante y con ello en la cabeza Malena se fue a dormir.

En sus suenos reconocio al nino de la Vaina, era el mismo que cuando nina imaginaba. Se sintio tan feliz que de sus ojos rodaron lagrimas las mas brillantes y aprovecho ya que ninguna de las hermanas estaba cerca para decirle lo contenta que era por tenerlo ahi. Lo comenzo a abrazar y sintio como una luz muy suave les comenzaba a envolver, la sensacion era tan grande que aun en su sueno creyo estar despierta. El nino quedo mirando fijo a los ojos de Malena, y sin abrir los labios, lo escucho decir: "Soy Vlauye, recuerdas?". Era el sonido mas dulce y tierno, sin duda era la voz del nino. Vlauye...

Al despertar tuvo miedo de abrir los ojos y darse cuento que todo se debia a un sueno. Con las cobijas hasta su cabeza hizo un huequito para poder ver y sucedio que al lado suyo habia una pequena casita de estuco. Era real, el nino de la Vaina jugaba en el heno.

En el comedor las hermanas estaban pendientes de Malena y el nino. Desayunaron papaya, chocolate espumoso y unas conchas de vainilla muy pequenas que sin haberlo buscado la hermana Teresa hizo. Por su parte la hermana Nicolasa paso la noche en vela cosiendo mamelucos y panales con los retazos de tela que siempre habia guardado. Contenta la Madre Augusta pregunto a Malena por el nombre que pondrian al nino. De nuevo todas tenian propuestas, incluso la hermana Mela que entre susurros dijo: "que se llame Chicharito".

El pequeno de nuevo se empezo a inquietar, Malena lo miro y recordo su sueno, recordo tambien a mama haciendo chocolate con su molinillo de madera girando entre las manos. Y se vio asi misma de nina apartando los chicharos de la Vaina, pensando en que algun dia, en que algun dia tal vez...

Malena dio un pequeno sorbo al chocolate y dijo: "Se llama Vlauye, ese es su nombre".

Una mariposa de elegantes y moradas alas comenzo planear hasta arrodillarse frente a Vlauye, el nino solo sonrio.