Indigo amigo ( II )

Arnulfo consigue robar una granada de la huerta y la ofrece a Vlauye, este arranca del fruto un granito-gelatina y al clavar sus dientes chorritos de jugo salen disparados. Los 3 rien, Vlauye , Arnulfo y una mariposa de color azul que vuela por encima de ellos hasta quedar en una rama del Sauce lloron...

Arnulfo se ha vuelto a echar y Vlauye aprovecha para recostarse en su panza, ahora esta mas tranquilo. Cruza sus bracitos y sobre ellos recarga su cabeza, mira al cielo y al viento mecer las ramas. Piensa en la hermana Mela, en el ahogo de sus negros, muy negros ojos, que no eran ambar? Todo esto debiera apuntarlo, y justo antes de buscar su cuaderno se asombra al ver un par de azules alas agitarse; es el mismo color intenso que recuerda lo salvo.

La misma mariposa que le habia estado siguiendo ahora vuela en circulos hasta decidirse y presentarse ante Vlauye y su perro-amigo, los dos con la boca abierta no le quitan el ojo de encima. No es una mariposa comun, es mas, no es una mariposa!

-"Hola... -El intenso color de sus alas es delineado en sus bordes con polvillo dorado. Mide 13 cms. y su figura es delgada, los ojos oscuros contrastan con lo palido de su rostro. Tiene 4 brazos trazados armonicamente desde su torax y un par de bellisimas antenas aceradas que nacen por la nuca- Mi nombre es Indigo, me llamo asi por el color de mis alas -Vlauye no quiere ser descortes pero no alcanza articular palabra, era un encuentro poco comun, Arnulfo habia sido el ser mas extrano con el que se ha topado pero una mariposa que habla, es demasiado!- Tengo tu cuaderno, cayo cerca de la ventana..."

-"Yo soy Vlauye, vivo aqui en el Convento -El hecho de tener el cuaderno nuevamente consigo devuelve a Vlauye tranquilidad- Has sido tu quien me salvo de caer... Gracias! -Arnulfo ladra, pareciera tambien estar agradecido- El es mi amigo, se llama Arnulfo -Indigo hace una caravana y el perrito atina a mover la cola- Quieres granada? Es muy rica, acidita, hace reir!"

Vlauye sigue creyendo que Indigo es personaje de algun cuento, pero sin duda uno bueno, si lo salva de caer, le devuelve el cuaderno y rie a carcajadas debe ser su amigo; aunque aun no se acostumbra a escucharlo a hablar, ni al movimiento de cada una de sus manos. Apenas se cuelan sus risillas por el Convento cuando las sombras comienzan a alargarse hasta cubrir de noche el patio; dentro de poco Malena vendra por Vlauye para cenar...

-"Indigo, eres un angel?

-"No lo se... Lo eres tu?