Rodrigo.

Ojos verdes, risa torpe, alborotada melena tanto como sus ideas y pecas que en ocasiones timidas se asoman. Era un tipo divertido, algo distraido y con pinta de galan.

Ojos verdes, risa torpe, alborotada melena tanto como sus ideas y pecas que en ocasiones timidas se asoman. Era un tipo divertido, algo distraido y con pinta de galan.

Gozaba estar en cama, ver aburridas películas y hacer helado de café. A veces a escondidas escribia lo que pensaba y eran siempre mas los dibujos que palabras. En las noches dormido habla y tras largo despertar en el bano canta. Se mira en el espejo, revisa musculos, sonrie e incapaz de saberse solo a un amigo llama o se empieza a masturbar.

Las ninas le encantaban. De las servilletas hacia una flor y la entregaba a cualquiera que bonito le sonriera. Luego de atrevida accion unia sus palmas y escondia entre las rodillas y aunque lo negara el color le subia a la frente, sus orejas encendidas, comenzabase a mecer. No aguantaba la risa, adivinaba que era impropio soltar la carcajada; optaba mejor por pararse y caminar como si alguien lo llamara.

Sus chistes eran malones y no paraba de reir al planear alguna trampa o travesura. No podias aburrirte estando cerca de el, o reias por todo, o terminabas por creer todo lo que el creia tambien. Si te sabia bien su amigo te hablaba de sus suenos, de su casa, de los miedos y las dudas que lo llegaban a agobiar.

Quiso ser cocinero y se que fue el mejor. En Abril lo llevaron al Caribe como Cheff de un gran crucero. Hoy no se bien donde anda pero se que se divierte.

Antes de irse me hizo prometer escribir un cuento de los tres, solo espero que regrese y poderselo contar.

No, ni Arturo ni yo te soltamos.