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A falta de escritos puso en la ventana a Sócrates, un busto de granito que mira hacia afuera... no se que es lo que mira, pero atento observa. Por debajo, Platon en hojas sueltas y algunas otras que hablan de amor engrapadas a la pared. Nietzsche y Hume han quedado en la cajonera y a un costado Andersen y el joven plomo. A Byron lo enredó con ajos y franela pinta. En el librero quedaron Rotterdam, Segismundo y Nostradamus con un frasco de abisinthe por cuestión medicinal. El Ramayana en caja de olmo con esencia alquitranada, suele usarlo como almohada la noche de luna oscura y sueña, sueña bestias polidactiles y aventuras que se antojan raras. A Desiderio, Al-Hazred y Papus los tiene bajo llave y los magicos encantos de Paracelso y San Germain...
Wyda conoce el temperamento y corazon de tinta que late en cada uno. Les trata con respeto y ocasional los lleva en su mochila a conocer los nuevos dias. Pero de todos hay uno del que no se despega, es uno con cubierta Chaplin y un resorte que supone atrapar sus letras. Ahi quedaron escritos los recuerdos, las esquinas callejon y los suspiros de la historia que no se vovlio a contar... Wyda le lleva consigo, poco importa el veneno lizardino que sueltan las promesas descompuestas. Poco importa que luego de rato regrese a casa sin recoger sus risas o charlas habituales, poco importa si ese dia no trepo a los arboles por sentise enfermo.
Hace unas horas Wyda despertó y agarro su libro con cubierta Chaplin...
1 rants...!:
Me alegra hayas vuelto...
Me gusta leerte...
^^
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