Darmstadt de vuelos bajos.

No es lo mismo retozar que dar vueltas y vueltas en la cama... Recorres cada pedazo, abrazas una almohada y pegas la oreja en otra. Los ojos los llevas cerrados, no quieres abrirlos y ver el reloj porque piensas que en ese momento vas a dejar de dormir cuando hace mas de una hora que dejaste de hacerlo.

Refunfunas, te levantas, tu cuarto es la nevera!
Antes de tocar el piso te colocas chuecas las calcetas, subes los boxers mas alla de media nalga y en la ventana quedas como si hubieses encontrado por primera vez el cielo. La ausencia duele en los ojos, en las manos y labios; pero tambien en la razon, la sin-razon y cuentos de media noche. Carajo, debi escapar encaramado en su ombligo o escondido tal vez al final de sus tennis. El calor de los latidos y algodon de las almohadas empanan la ventana, con el indice dibujas un corazon de vaho y dentro sus iniciales enredadas a las tuyas.

Eso es cursi? Espera a ver mi espalda, que con negro plumon he pintado cientos de plumas flacas. Soy angel negras alas, de vuelo y bondades cansadas, de ojos sin azul, de suelas gastadas. Voy a donde estas, a hacerte cosquillas, a molestar, a quitarte el sueño y regresar. O tal vez solo quede viendote en silencio; tal vez solo te respire y deje en tu almohada las estrellas que en el camino he robado para ti.