Bedtime.

-Cuantas tazas de azucar se necesitan para llegar al cielo?
-No se. Pero, sabes como se hacen los terrones?

Mis calcetines no tan blancos salen catapultados a una esquina de mi no tan cuadrado cuarto. Esta vez han tenido suerte de no rodar bajo la cama, que la colonia de panzones diablillos que habitan bajo ella, les usan de mordaza cada que el Max se cuela. Mis All-stars a un lado con mi huella sudada y grabada en su suela, asi no habra nadie que usurpe mis tenis, ni logre saber de mis pasos, tropiezos. Los pantos y playeras cuchichean historias de flirteos, desvelos y uno que otro entierro; no es que sepan mas que mis tenis apestosos, pero saben cuando el corazon palpita o las durezas que se forman bajo la mezclilla. La gorra jamas la boto, que supongo en ella quedo lo que no sucedio en mis neuronas. Desnudo bajo los boxers me enredo con alguna piel caramelo y anudo mis alas; no sea -sin querer- despierte en un techo, zotehuela o poste de luz, manana.