Incompleto...

Yo debi ser el tercero de 4 hermanos, solo que los otros chicos no sobrevivieron. A falta de ellos, se lleno la casa de silencio y juguetes tantos que aun ahora sigo descubriendo. Me falto el hermano que me ensenara encestar canasta, una hermana fastidiosa y uno menor a quien cuidar. Sin complices, la casa mas gigante, encoge. No hay aliados, tretas o maniobras para echar la culpa al otro. Que pronto se pierde el interes por las diabluras en un lugar sin mas nadie con quien pelear o compartir la historia. "Ya habra alguien -pense- que llegue y ensene del mundo sus trucos. Quiero andar en patineta, hacer sonar la armonica o en mis manos tomar algo que no se esfume o corra por el poco el tiempo"

El abuelo era nazi y en alguno de sus revuelvcos, perdio una pierna. Era un soldado con exceso de realidad en su memoria, sin espacio para el tipo de mundos bobos que se anidan en mi almohada, creia solo en aquello que era capaz de ver, medir y tocar. Pero aun asi no dejo nunca de sentir su pierna, era extrano verle rascar el vacio. Si el, tozudo y cuadrado, era capaz de inventarse completo, tal vez yo podria hacer algo igual. Aprendi a formar de suspiro y viento a esos imaginarios a quienes hoy la Casa Foster da refugio.

Uno de ellos era un chico de azules venas, azules ojos y azulada piel. No recuerdo su voz, pero si la forma en que se arqueaba por reir escandaloso. Es quien me enseno a vivir con esas cosas incompletas: la gente que invariablemente se va, las caricias que faltaron o todo aquello que nadie dijo. Hoy -muchos anos luego- del mundo aprendi sus trucos, pero sigo como el abuelo con un fantasma de companero.