El preporante ( IV )

Se escucho entonces un aleteo, un suave zumbido y era en el cielo el Indigo amigo. Vlauye sintio emocion al verlo, Arnulfo tambien, movio su cola y luego de olisquearlo regreso a su sitio para verlos desde ahi. Indigo quedo sentado junto a Vlauye, busca la forma de explicar cuanto ha visto.

-"Esta comenzando a suceder... Los he visto. -Las alas replegadas, la frente recargada sobre su mano derecha, con la izquierda lanza piedrecillas y el otro par de manos abrazan sus rodillas.- Primero fue la oficina postal, cerro, Don Mateo no se sentia del todo bien, le siguio Tobias, el carpintero. Luego el barrendero, la senora del campanario, las gemelas Oliva, hasta el Doctor, que tambien quedo sentado en la banqueta encaramado a sus agobios... No se Vlauye es extrano, la mirada de ellos es tan triste y oscura como los ojos de la hermana Mela. El pueblo se vuelve quieto, no hay mas pleitos ni chismorreos, el sereno dejo de gritar por la noche cada hora, tampoco hay quien chifle o cante un pedacito de cancion, ni siquiera las novelas de radio se oyen. Algo esta pasando y no es bueno."

Han sido pocas las veces que Vlauye sale al pueblo, Malena dice que siendo tan pequeno correria peligro. Sin embargo sabe que Tobias es quien ha hecho casi todos los muebles de su pequena casa, y que las hermanas Oliva son las solteronas que mas rompope llevan. Es tan extrano todo lo que esta sucediendo. Vlauye necesita pensar mejor las cosas, y con grandes mordiscos acaba la pera, pero no es suficiente; aun no entiende porque hace falta amor o porque hay tanta tristeza.

-"Sabes, hace tiempo tuve un sueno donde un viejecito me decia que debia venir aqui para encontrarte. Que juntos hariamos algo muy grande. Al principio no estaba muy seguro, pense que solo eran bobadas, pero se repitio otra vez y otra y otra mas... Por eso es que he venido."

Al escuchar eso la piel de Vlauye se puso chinita, ahora estaba seguro que todo estaba sucediendo por alguna razon. Le conto entonces su sueno, las palabras del anciano y como habia hecho brillar su cuaderno y cascabeles. Indigo estaba asombrado pues se trataba del mismo anciano que en suenos pinto doradas sus alas, pero quedo mas sorprendido al ver aparecer palabras en el cuaderno de Vlauye. Era un tipo de magia que nunca antes habia visto, Indigo ha viajado tanto conociendo a personas y seres que nadie imagina pueden existir, pero el preporante con sus rostros y palabras sabias resultaba ser muy especial.

-Vlauye... y los cascabeles? Deben ser magicos tambien!

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