Ella, que se fue.

Un sombrero de tela anticuado, unas gafas parasol y una varita que incesante mastica. El anciano remoja sus pies en el rio, sentado sobre una de las planas y rosadas rocas que asoman. Por su parte, Vodka hace pasar un mal rato a uno de esos rojo-peces con ojos saltones, al sacudir su cabeza y patas cientos de pequenas gotas forman arcoirirs miniatura que Wyda guarda en botellitas ambar de cristal.

Con ellos se divierte, muestra a los chicos sin necesidad del sol un arcoiris formar de palma a plama, o simula estornudar y suelta una bocanada multicolor que hasta a los adultos sorprende; o quiza esta noche sacuda un poco en su almohada y entre suenos la encuentre, hoy hace 10 anos, ella dejo de latir.